jueves, 16 de octubre de 2008
Mi querido Delfin

Los Delfines son, definitivamente, mis animales favoritos! Además de una increíble belleza, elegancia, dulzura y simpatia; son dotados de una gran inteligencia, sensibilidad y una enorme empatia hacia nosotros los seres humanos. Por eso , y por todo lo que logran comunicarnos y ayudarnos con la paz, la tranquilidad y ternura que nos transmiten, los adoro y no me canso de mirarlos y deleitarme con sus suaves movimientos, su instinto de protección y ayuda entre sus pares ... su música ...
Creo que son una de las criaturas más fantásticas y especiales de este Universo!!
Y como este Blog partió inspirado en mi cariño y admiración por estos hermosos mamíferos, conozcamos un poquito más de ellos:

Características físicas:

Los delfines utilizan sus aletas pectorales principalmente para dirigir y, con la ayuda de la cola, para frenar. Estudios han demostrado que durante la gestación el delfín desarrolla extremidades traseras que a medida que el feto crece son reabsorbidas por el cuerpo de éste. El rostro del delfín es bien definido. Puede parecer que siempre están sonriendo, no obstante, no es una muestra de la felicidad pues su cara está fijada en esa expresión incluso cuando sienten dolor o peligro.

Las glándulas en las esquinas internas de las cuencas del ojo secretan una sustancia aceitosa que lubrica los ojos, quita los desechos, y ayuda probablemente al ojo de manera aerodinámica mientras nada. Esta lágrima puede actuar como película protectora de los ojos contra organismos contagiosos. Los oídos se sitúan a un lado de los ojos, son pequeñas y discretas aberturas, sin aletillas externas.

El respiradero se relaja en una posición cerrada.
Para abrir el respiradero, los delfines contraen la aleta muscular. Los delfines tienen un promedio de 2.5 a 2.7 metros y un peso entre 190 y 260 kilogramos. Las diferencias en el tamaño del cuerpo y dimensiones del cráneo pueden estar relacionadas con los diferentes hábitats y especies.
Los grandes delfines pueden llegar hasta 3.7 metros y pesar 454 kilogramos. En el mediterráneo, los delfines pueden crecer hasta. 3.7 metros o más. En promedio, los machos maduros son ligeramente más largos que las hembras, y considerablemente más pesados. Como los jóvenes, las hembras crecen aceleradamente hasta aproximadamente los 10 años de edad.
Reproducción:

Los órganos genitales están ocultos tanto en machos como en hembras. Ambos sexos tienen un ombligo y una hendidura genital, pero las hembras también tienen una hendidura mamaria a ambos lados de la genital. Las hembras parecen ser sexualmente receptivas durante gran parte del año y son generalmente las responsables de iniciar el cortejo y el comportamiento de reproducción.
No hay una temporada específica de reproducción en los delfines. Pueden reproducirse los 365 días del año. Momentos antes del acoplamiento, el macho frota con el hocico a una hembra. Puede también exhibir una postura curva en forma de "S" en la cual él levanta su cabeza y apunta con su cola hacia abajo.

Como cualquier mamífero su primer alimento es la leche. Así, cuando la cría tiene hambre se acerca a la madre, quien expulsa la leche en forma de chorro directo a su hocico. La cría tomará leche durante un año o más. La lengua de los delfines puede adoptar una forma "acanalada", lo que permite a las crías mamar impidiendo que se mezcle la leche materna con el agua salada.
Comportamiento:

El delfín tiene una forma de nadar característica, saltando y hundiéndose rítmicamente en el agua como si cabalgara en las olas. Esto se debe a que por ser mamífero, necesita subir a la superficie para respirar, cosa que hace cada vez que asoma la cabeza. Los delfines son muy solidarios. Si un delfín se está muriendo, otros delfines de su grupo vendrán a ayudarle, apoyándole todos con su cuerpo para que el agujero que utiliza para respirar se mantenga por encima del nivel del agua. Estos mamíferos acuáticos utilizan gestos para comunicarse, pero también se comunican a través de un ruido que se parece a un silbido.
Algunas investigaciones en la vida de los delfines parecen demostrar que al nacer un delfín, su madre le silba una y otra vez para que su bebé reconozca su voz y para ayudar al bebé a crear su propia "firma" de voz. Se cree que cada delfín tiene su propia "firma" - un silbido personal que es único, como la firma de las personas.
Algo muy curioso es que nunca duermen. Para descansar su organismo disminuyen la actividad, flotan y dejan sobresalir su respiradero; a esto se le llama letargo.
El sonar del delfín:

Comunicación:
Los delfines son capaces de comunicarse entre sí (conversar) y conocer su medio ambiente (detectar su alimento y navegar) usando un sistema de sonar biológico. Los delfines construyen así una “imagen sonora de su ambiente” con ayuda de los sonidos que emiten, a través de su aparato nasal complejo y de sus ecos producidos por el choque de las ondas sonoras en los objetos del ambiente, que reciben en su aparato auditivo interno a través de sus mandíbulas (Norris, 1966) en vez del oído externo, como hacen los mamíferos terrestres o aéreos (Chisoptera).
Los objetos del medio acuático que producen el eco pueden ser peces o calamares (presas o alimento) u otros delfines de la misma especie (comunicación entre ellos) o rocas, pendientes de playas o cañones submarinos (orientación en su navegación). Así los delfines tienen un sistema de sonar biológico, semejante al inventado por el hombre para navegar en el mar y en los ríos. En otras palabras, los delfines escuchan el eco de sus sonidos y luego lo usan para determinar la dirección, distancia y estructura del objeto que refleja el sonido o produce el eco; es decir son capaces de eco-ubicar objetos en el medio acuático (Echolocation).
Hábitat:

Estos delfines frecuentan puertos, bahías, lagunas, y estuarios. En general, el ecotipo fuera de la costa parece estar adaptado a las aguas frías y profundas. Ciertas características de su sangre indican que este tipo se satisface mejor con la inmersión profunda. Su cuerpo más grande ayuda a conservar calor y a defenderse de los depredadores.
Distribución:
Los delfines se encuentran alrededor del mundo en las aguas templadas y tropicales, estando ausentes solo a partir de 45 grados de los polos en cualquier hemisferio. En el Océano Pacífico, los delfines se encuentran desde el norte de Japón hasta Australia y del Sur de California hasta Chile. También se encuentran fuera de la costa en el Pacífico tropical, casi tan lejos como las islas Hawaianas. En el Océano Atlántico, se han encontrado delfines nariz de botella desde Nueva Escocia hasta la Patagonia, y de Noruega a África del Sur. Los delfines nariz de botellas son la especie más abundante a lo largo de la costa de Estados Unidos a través del golfo de México. Los delfines nariz de botella también se encuentran en el Mar Mediterráneo, y en el océano Indico desde Australia hasta África del Sur.
Migración:

Alimentación:
Los delfines son depredadores activos y comen una variedad amplia de pescados, calamares, crustáceos tales como camarones. Los alimentos disponibles para un delfín varían de acuerdo a su localización geográfica. Los adultos comen aproximadamente de un 4% a un 5% de su peso corporal en alimento al día.

Una madre que está amamantando come diariamente una cantidad más alta: cerca de un 8%. El estómago de un delfín se divide en compartimientos para la rápida digestión. Puede también funcionar como una cosecha cuando el alimento se toma oportunamente.
El comportamiento de alimentación es flexible y adaptado al hábitat particular de un delfín y los recursos alimenticios disponibles. Los delfines no mastican su alimento. Usualmente tragan los pescados enteros, primero la cabeza, así que las espinas dorsales de los pescados no se atoran en sus gargantas. Parten pescados más grandes sacudiéndolos o frotándolos en el suelo marino.
Las estrategias de caza son variadas y diversas. Los delfines colaboran con frecuencia para la caza y captura de peces, pero también se alimentan de peces aislados e individualmente.
Para buscar peces más grandes, un delfín puede utilizar las aletas de su cola para golpear a un pez y sacarlo del agua, recuperando después a la presa atontada. Los delfines se alimentan a menudo en grupo empleando estrategias de pesca. Con frecuencia acompañan a los barcos camaroneros. Se alimentan de los peces que caen accidentalmente en las redes empleadas para atrapar camarones.
Depredadores:

Impacto Humano:

¿Un delfín extinto?:
Fuente: BBC Mundo
Declaran "extinto" al delfín chino

Una expedición internacional que emprendió la búsqueda del delfín de río Amarillo (Yangtze) informó que la extinción del cetáceo es inminente. El animal pertenece a una rara especie de delfín de agua dulce conocida localmente como baiji. "Infortunadamente, creemos que el baiji está funcionalmente extinto. No vimos a ningún animal en el río. Exploramos 3.500 km. río arriba entre Yichang y Shanghai. No vimos ningún baiji. Eso no quiere decir que no quede ninguno, pero al menos no los vimos. Y si había quizá quedan uno, dos o tres en el río. No creemos que tengan posibilidad de sobrevivir", dijo el suizo August Pfluger, director ejecutivo de la fundación baiji.org, que estuvo a cargo de la búsqueda. La expedición que buscaba al baiji la conformaron 30 científicos de Japón, China, Suiza y Estados Unidos, quienes contaban con dos barcos para realizar la labor. Declive El baiji es un delfín blanco, casi ciego, similar a otras especies de agua dulce que habitan en los ríos Mekong, Indo, Ganges y Amazonas.

Delfinoterapia:

Los delfines mas utilizados, son los de la especie tursciops truncatus, conocidos coloquialmente como “nariz de botella”. Los especialistas en delfinoterapia, explican que las ondas ultrasónicas que emiten estos amistosos animales, generan endorfinas y otras sustancias que ayudan a mejorar la conexión entre las neuronas, y además incentivan el funcionamiento de ambos hemisferios cerebrales.
Los cambios neurológicos y neuroquímicos que se generan se traducen en diversos beneficios físicos, emocionales e intelectuales, tales como mejoras en el sistema inmunológico, mejoras en la coordinación motora, en el estado de ánimo, el contacto social, y en el lenguaje. Uno de los fenómenos mas estudiados con relación a las terapias con delfines, es su potencial didáctico, especialmente en el aprendizaje de niños con síndrome de down, habiéndose observado que los pequeños con esta condición, que han interactuado con delfines, han aprendido de 2 a 10 veces más rápido que aquellos que no lo hacían, y que en un 50% de los casos, podían retener tales lecciones incluso un año después de la terapia.

Al cabo del tratamiento, cuyo número de sesiones indicará el terapeuta, se hace el balance de resultados obtenidos, que determinará si se necesita repetir el tratamiento ya que el efecto de los estímulos obtenidos, dura varios meses después de completado el proceso. Sea por cuestiones de salud, o por conocer esta experiencia, sin lugar a dudas, un contacto de esta naturaleza con estos maravillosos animales, será un disfrute inolvidable.
Fuente: www.animales.cl (recopilaciones)
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